¿Qué puedo decir?


Podría mencionar tal vez, que el pasto a mi al rededor esta húmedo, por que siempre me he preocupo de mantenerlo, reinsidiendo de igual manera en la que tu cuidabas tu jardín. Ahora, todo esta muerto, sin vida, el color verde que parecía relumbrar entre las nuves de la tormenta se había desvanesido, junto con tu partida. El aroma fresco a rosas que embriagaba el aire del lugar se escapó, como el agua entre tus manos, como tu de mi vida. Animales que llegaban a observar y a deleitarse con la frescura del paraje del que te sentías orgulloso, por que con tus manos habías cultivado la belleza misma, del paraíso del que tu solo eras dueño, en donde yo podía soñar, y dejar volar mi mente, solamente pensando en bellisimos vestidos, castillos, y caballos blancos, y lo mejor de todo era quenadie podía impedírmelo. Tú estabas ahí tomándome entre tus brazos, protegiendo mi sueño, percatándote de que nadie pudiera despertarme, y asi dejarme abrir los ojos viendo fuera de mis fantasías, no por lo menos mientras tu estubieras a mi lado, eso a mi me parecía eternidad de sueños, sonrisas y juegos sin fin. El lugar se volvió desierto, dejé de ver las alegres sonrisas de parientes inundando el lugar de júbilo, extrañé esa interminable fila de personas diciendo a toda voz alegres saludos acompañados de besos, abrazos y algunos que otros pelliscones de mejillas, nada agradables. Pero nada yo podía comparar con estar en esa larga mesa donde se comía a gusto y se compartían historias acompañadas de risas o a veces hasta llanto, todo mirado con mis ojos de pequeña niña, estaba total e irrebocablemente fascinada con aquellas jornadas. Se terminaron.
Todo se volvió oscuro, tenía miedo de andar por el jardín, sin sostener tu calida mano, sin que me hablaras, sin que hisieras que me durmiese y hundirme en mis mas profundos y añorados sueños, tarareando tu tierna melodía, la que repetía en mi mente constantemente mientras caminaba sola, por el vacío jardín, él que perdía el colorido y la viveza que se respiraba cuando tu caminabas a través del bello paisaje, pero nada funcionaba, nada lograba borrar de mi mente la soledad y el miedo que sentía, desde que volaste hacia el cielo con alas invisibles, no me dijiste a donde irías y yo, no alcanzé a tomar de tu mano.
Aún puedo recordarlo, Marzo, esa noche al igual que las otras veiamos la televisión los tres, cuando daban las diez, yo debía irme a la cama, como de costumbre, me despedía de él, pero esa noche noté algo diferente en la frase que me repetías todas las noches, lo dijiste con una dulzura, ¿Es qué te estabas despidiendo? no lo noté en el momento, alalizando después, me estremecí. Sólo sonreí te abrazé y bese y corrí a dormir junto con mi madre. La noche fue tranquila cuando depronto abrí los ojos de golpe, mi garganta se anudó, y en mi pecho sentía algo que pesaba, mi respiracíon se aceleró hiperventilando mis pulmones, tratando de saciar la ansiedad y el miedo que sentí, no necesité darme cuenta por el llanto descontrolado de mi madre gritando cosas al telefono, y menos la pesarosa, y sonora respiración de él. Se iría, no serviría el llanto, avivaría más la histeria del momento, no quería impacientar más a mi madre, cuando ella intentaba avivar la llama de la esperanza asi que solo mordí mi labio intefior con fuerza ahogando aun más el nudo que cada vez se apretaba más en mi garganta, me remobí en mi cama y me sostube del respaldo, apretándolo, tratando de soltar todo el miedo que sentía, y la impotencía que me invadía completamente ¿Qué debía hacer?, mi mente se nubló y sólo fui capaz de escuchar lo que sucedía en la pieza de a mi lado y mi agitada respiración, todo lo que podía desear en ese momento era que fuera solamente un mal sueño, que todo volviera a como era siempre, ''esto no es verdad, esto no es verdad'' trataba de convencerme a mi misma, no podía imaginarme el resto de mi vida sin él. Imposible.
Te fuiste, y lo único que supe hacer fue pensar, pensar en cómo la vida había dado un vuelco tan radical, como tu simple ausensia era espantosa y me aterraba de sobre manera. Ya había abierto los ojos. Tal y como tu no querías que sucediera, el mundo cayó ensima de mi pequeña figura que temblaba al pensar que no habría nadie manteniendo hermoso el jardín, ya no resiviría esas protectoras sonrisas que me hacían sentirme segura, ¿Quién cuidaría de mi sueño?¿Quién me llevaría de la mano a la escuela? Soñaste con eso, pero no alcanzaste a realizarlo. No entendía por que la vida quizo alejarte de mi lado, me parecía insólito que arrebataran de mi vida a un personaje tan escencial en ésta, alguien a quien le debería una eternidad de agradecimiento. Tú estubiste ahí, procurando siempre que nada me faltara, que nunca jamás se asomara la carencia en mi vida, que jamás me sintiera sola, estaba claro, lo sentía ahora, por que tu ya no estabas. Mientras unos faltaban, tú, hacías que de mi vida rebosara la alegría.
Sentí que moriría, pero una tarde caminando por el jardín, el bello paraje se perdía con el tiempo, mi cuerpo temblaba con tu ausencia, cuando comenzé a tararear tu hermosa melodía con mis ojos cerrados y con una sonrrisa dibujada en el rostro, pensándote, y cuando los abrí la sorpresa que me llevé fue tan grande, que sentía que el corazón se me saldría del pecho, y creo que fue la primera vez en la que distinguí el llanto de alegría frente al de angustia, corrí a más no dar, tu me tendías los brazos, y yo gritaba a más no poder tu nombre. Cuando llegué a ti te abrazé, pero te desvanneciste entre mis brazos ¿Era aire lo que abrazaba?, me separé de ti, ahora mirándote con angustia, no eras real.
Sólo me sonreiste apenado, y luego acariciaste mi cabello, pude sentir una tibia brisa rosar mis desordenados buclés y tu suabe aroma ahogó el lugar, cerré los ojos y reí, comenzamos a caminar, aunque sabía que no eras real, sabía que eras tú, no me dejarías sola, y siempre que yo te necesitara, solo debía cerrar mis ojos, pensarte, y cantar tu bella melodía. En la noche, tu también estabas, cuando quisiera podía salir a mi balcón, mirar hacia el cielo, y en la estrella más brillante y hermosa, sabía que te escondías tú, para observarme siempre, protejerme, a pesar de la distancia, yo te sentía muy cerca.
Ya ha pasado casi una década desde que volaste a ese hermoso lugar, en el que yo sabía que estabas, y a veces, a pesar de todo, no hay mmomentos en los que no quiera que tu estés realmente aqui, para estucharme, abrazarme, hacer brillar de nuevo el jardín, y no he parado de preguntarme, desde que sucedió, el por qué de las cosas, no debían harte alejado de mi,la soledad y el miedo de pronto me invaden casi ahogándome, las lágrimas no paran simplemente cuando te pienso, y no faltan las veces en las que me me arrepiento mucho de no haber tomado de tu mano en el momento en el que debí. Te extraño a cada momento. Te necesito más, en cada respiro.

1 comments:

  1. hola, que bueno que te haya gustado mi blog =), ami me encanta el mundo oscuro vampirico jeje... y por supuesto que puedes comentar cuando quieras..

    Lei parte de tu post y se ve algo triste, nostalgico ...
    Y creo ke si, solo un vampiro puede amarte por toda la eternidad jeje..

    Un beso amiga, que estes bien

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